Nada se pierde

...todo se transforma...



Mientras la mayoría corre detrás de las rosas con espinas hoy me enamoré de… Violeta.

Violeta apareció en mi vida mostrándome el encanto de la simpleza, y su simpleza me dio felicidad. Violeta no tiene grandes pretensiones, solo ser. Quiso regalarle su aroma a alguien, esa esencia particular, su ser, y me eligió a mí.

Pasa el tiempo y a medida que pasa voy descubriendo que las cosas simples son las mejores. A veces, reconozco, me niego con todo mi ser a esta premisa, queriendo complicar todo hasta que la tuerca no de mas vueltas y estrangule. Pero la vida, que parece ser bastante más cabezadura que yo, insiste en que aprenda en que las cosas simples son las mejores. Y apareció Violeta…

Me sobran los dedos de una mano para contar la gente que conozco que sabe realmente que las cosas mas simples son las mejores… y oh! Casualidad! Esas personas no son las que siempre repiten (como para no olvidarse) que las cosas simples son las mejores.

Mis cortos años de vida atesoran algunos de los momentos como los más felices que vivieron. Esas escenas guardan en mi mente algún matiz característico, un sabor, un aroma, una sensación, y su esencia es simple.

En este día esa escena tiene forma de Violeta…mi Violeta!

En el momento en el que pude despejarme de todos los trapos que vendan mi yo, en el momento en el que desnudé mi alma, despojé mi mente de todo ruido, desapareció el tiempo, la cosa se hizo simple y… fui feliz.

En pleno invierno, la plantita que da flores en otoño, me dio en mi jardín una humilde y hermosa violeta.

Violeta me recordó que en lo simple esta la felicidad… y mientras tanto se llevo unas cuantas de mis sonrisas.

1 visitantes:

Anónimo dijo... 8:34 p. m.  

Pasaba a saludarte por el coso este, está muy lindo, hace mucho que no entraba y me encuentro con semejante cambio. Lo que te quería decir era que los links que refieren a cosas mías, no sirven, eso no existe mas.
Saludos, felicidades che
Nos hablamos!