Nada se pierde

...todo se transforma...

Hay algo del tiempo que se me va de las manos.
Supongo que será el tiempo.
Es como si hubiera despertado un día, y el tiempo fuera más rápido. El mundo te enseña a correr al tiempo, pero el es inalcanzable.
Supongo que será el mundo.
Entonces hay algo entre el tiempo y el mundo que es lo que se me va de las manos.
… Supongo que será la vida.
Me preguntan como ando. Y estoy en días en que simplemente ando. La vida es un andar, en ese espacio entre el tiempo y el mundo.
Supongo que será la pregunta.
Hay algo en la vida que se parece al ruido cotidiano que a veces me aturde. Entonces me escapo.
Supongo que será el ruido.
Me voy a buscar por otros mundos ese algo y no se decirte muy bien qué es.
Supongo que serán los otros mundos.
Hay una sensación, parecida al descuido, caída al vacío, traspié en el curso rectilíneo de las cosas. Me es difícil de explicar (igual lo veo en vano) porque el que lo entiende, lo entiende sin que se lo expliquen.
Supongo que será un choque en otra dimensión.
Hay una manera de ser, que de estando… de pronto…
ya no estoy.
Supongo que será mí ser.
Pero supongo…
...igual sólo supongo.

Nueva galería de fotitos!!!
Nota: si ven borroso no es que no sabemos sacar fotos...son sus propios ojos! (%$·/=&·!)

Por mi ocupación actual, normalmente recorro cierta zona de la ciudad de Rosario que es muy transitada: léase Peatonal Córdoba. Esto pasa a ser una pasarela llena de gente apurada que se atropeya con la mayor de las irreverencias. En mi mente imaginativa de pronto elaboro algunas cuantas teorías, de las cuales la más racional y/o probable es que TODOS QUIEREN LLEGAR TEMPRANO. Esto traducido a mi sería "intentar llegar lo menos tarde posible".
La cosa es que existe una figura, que hoy caminando por calle Entre Ríos, denominé el Peatón Irreverente. ¿Por qué irreverente? mm...porque sencillamente, y en crillo, todo le importa un carajo (menos él, claro está).
Esta categoría de Peatón Irreverente tiene su sabor, en ciertas oportunidades, como cuando le dan la posibilidad de expresar su irreverencia a las anchas y digamos...por las buenas. No va que a la bonita Municipalidad se le antojó hacer una especie de repavimentación en los alrededores de la Facultad de Humanidades. Y allí pude ver el despliegue de Peatones Irreverentes caminando felices por el medio de calle Entre Ríos!!! (cuando normalmente no se puede al menos que uno quisiera morir bajo las ruedas de Rosario Bus)
Que delicia!!! Cruzar por el medio, por adelante, por atrás!!! Seguir!! No escuchar un silbatito!! Ni un bocinazo!!! No sorrajar ningún insulto en pos de ningún automovilista que frena donde quiere! ni andar esquivando el tumulto que espera los colectivos en la esquina (avalanzándose cuando viene uno de ellos, entorpeciendo MI paso)!!
Y sí señores! que quieren que les diga? Nobleza obliga...
Yo también soy una peatona irreverente... SALUD!!