Nada se pierde

...todo se transforma...

"y bue... me picó y me rasqué"
:s



Mientras la mayoría corre detrás de las rosas con espinas hoy me enamoré de… Violeta.

Violeta apareció en mi vida mostrándome el encanto de la simpleza, y su simpleza me dio felicidad. Violeta no tiene grandes pretensiones, solo ser. Quiso regalarle su aroma a alguien, esa esencia particular, su ser, y me eligió a mí.

Pasa el tiempo y a medida que pasa voy descubriendo que las cosas simples son las mejores. A veces, reconozco, me niego con todo mi ser a esta premisa, queriendo complicar todo hasta que la tuerca no de mas vueltas y estrangule. Pero la vida, que parece ser bastante más cabezadura que yo, insiste en que aprenda en que las cosas simples son las mejores. Y apareció Violeta…

Me sobran los dedos de una mano para contar la gente que conozco que sabe realmente que las cosas mas simples son las mejores… y oh! Casualidad! Esas personas no son las que siempre repiten (como para no olvidarse) que las cosas simples son las mejores.

Mis cortos años de vida atesoran algunos de los momentos como los más felices que vivieron. Esas escenas guardan en mi mente algún matiz característico, un sabor, un aroma, una sensación, y su esencia es simple.

En este día esa escena tiene forma de Violeta…mi Violeta!

En el momento en el que pude despejarme de todos los trapos que vendan mi yo, en el momento en el que desnudé mi alma, despojé mi mente de todo ruido, desapareció el tiempo, la cosa se hizo simple y… fui feliz.

En pleno invierno, la plantita que da flores en otoño, me dio en mi jardín una humilde y hermosa violeta.

Violeta me recordó que en lo simple esta la felicidad… y mientras tanto se llevo unas cuantas de mis sonrisas.

Estas epocas del año traen aparejadas fenomenos extraños...
Estamos en Diciembre, y extra sabido es que se vienen lo que usualmente denominamos "las fiestas". Ahora... alguien me responde fiestas de que??? porque en tanto "festejar" nos dejamos perdido en algun el lugar el motivo del festejo. Al rescate de eso, como de costumbre, me dedico a observar.
Ya les conte. Trabajo en pleno centro de la ciudad de Rosario. Cerca de ese camino que ocupa unas cuadras que se llama peatonal Cordoba.
Es caractertistico de Diciembre las altas temperaturas con una cada vez mas incipiente humedad...pesaaaada. Sumemos a la ecuación un paro de Municipales que atrae ardorosamente a multiples vendedores ambulantes a la peatonal. Sumemos que por el motivo antes dicho no hay inspectores de tránsito. Y ultimo ingrediente...la gente...("me gusta la gente...") esa gente que corre atropeyada en busca de... de que? los regalitos!!! porque parece que a Papa Noel es al único que no le hacen piquete...Y te atropellan con las bolsas de innumerables marcas, tamaños y colores....
sera que se festejan los regalos??
Cuando no...se encuentran hasta las manos vinotecas y confiterias... porque no vaya a ser que falte el cahmpucito o la sidra... sera que se festeja al alcohol? Porque Navidad es ponerse de la cabeza mannn!!
¿?
Nooo! ya se...ya se lo que se festeja... al que inventó la pólvora! porque un mes antes ya escucho cuetecito, cuetezote y cuetazos por doquier....una orquessssta! (la misma o peor que dura hasta el 25 al mediodia).
o sera que se festeja al vittel tone?

entre tantas opciones... me queda la duda... ¿que era lo que se festejaba en Navidad?...

.Cerrado por reformas.
.Gracias por elegirnos.

Lo bueno de todo es llegar al sano punto en donde uno puede decir con satisfaccion y alegria..."ya esta!" Es que las cosas tienen un principio y un fin. Mas tarde o mas temprano ese "fin" llega. Llega para comvertirse en otra cosa... quizas... despues.
Me precipitaba caprichosamente sólo a mis deseos. Con la ingenua esperanza de que el destino, la suerte, el azar y hasta las vidas pasadas se empecinaran en ellos tambien. Ilusionaba que todo conspiraba, y lo unico que conspiro fue yo.
En el borde del precipicio suspire de rabia, me rei de bronca, llore de alegria. Cuesta aceptar ciertas cosas porque no queremos ni enterarnos de que llegaron a su final, cumplieron su mision, nacer, vivir y morir. Con suerte en ese camino despertaron cosas insolitas, preciadas, valiosas.
Al llegar esa muerte, ese "fin", prodremos disfrutar de un renacer de algunas de esas lindas cosas que quedaron como fruto.
Es la victoria de sentirse completado, completo, lleno. De sentir que llego a su preciado fin y que de eso resurge uno nuevo, un nuevo yo, renacido, en paz.
Es saber que ya no se va a esperar en vano. Es saber que el tiempo ha madurado y ha hecho madurar.
Es sentirse renacido...
Es trascender los limites...
quererte mas alla de la conciencia del dia...
quererte detras de los parpados al dormir...


y a otra cosa mariposa...

Hasta que aprendi a tomar las cosas con calma.
Lo tuyo y lo mio. Lo nuestro no es.
Me baje del tren... No quiero mas este viaje....


Y me despedí. Si, eso fue.

...............................................

"Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojala,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,
...estos ojos no lloran más por ti"

Maestro Sabina

  1. Hipótesis: En toda casa hay un ladron de medias (como puede ser que siempre aparezca una media sola...y la otra donde está????? -)
  2. Hipótesis: Todas las personas se ven más lindas si llevan puestos lentes de sol (este es un dato que puede ser explotado por usted, señor lector, si es que quiere parecer mas guapo. Pero también es un dato de advertencia por si piensa que encontró su Adonis, usted querida lectora enamoradiza a primera vista, o en su defecto, su Venus , usted querido lector...)

Se aceptan refutaciones... o argumentos, en pos y en contra de dichas hipótesis.

Juventud??
Bueno... ella podría decir que viejos son los trapos!! que le importa!! que ella es joven!! Y creer o reventar...se le nota!
No la conozco, simplemente me llenó de emoción, de felicidad verla. Subió al colectivo como si sus setenta y pico no les pesaran en lo más mínimo, como si nada de sus arrugas delataran años. Los ojos le brillaban como a un recién nacido cuando intenta abrirlos.
Era bajita, bajita!! Pero llevaba sus zapatos de tacos altos! Su cabello ocultaba el pelo blanco bajo un furioso rojo embelsante... Sus guantes y su bolso iban al tono. Marcó su boleto sintiendo que era la mujer más hermosa del mundo.

Si llego a vieja... espero...como dice Casona... que sea borracha de juventud!


"La juventud no es más que un estado de ánimo."
Frank Iloid Wright

¡Bienvenida!

¿Quién me quebró las alas?
...a lo mejor están un poco cansadas.
No, no, no...
Quizás tengas que dejar de pensar tanto.
Ohh si! para vos que deje, para otro que piense más. Váyanse todos a...
Qué? No se que hacer! ¿Me perdí algo? ¿Qué pasó? ¿quien fue? es decir...¿fue alguien? o ¿fui yo?
Sí... sí...de dónde venimos y hacia donde vamos...
No..no estás escuchando. Te parece oir, pero en lugar de abrir alas...vas al ras del suelo...levantanto polvo.
... me estás mareando
No hay manera de que no lo piense. Son tantas las preguntas. Y un infinito de silencio.
Es búsqueda...
Al menos algo llevas de ventaja. No tenés las respuestas...pero tenés las preguntas...
es el principio.
En un principio todo es muy denso, y allí hay un comienzo.
Luego comienza
la expansión...


- Había una vez...- comenzó a decir... Y a mí, fácilmente me llamó la atención, porque nunca lo había escuchado contar algo parecido a un cuento.
Rapidamente me atrapó. No voy a lograr recordar las palabras exactas. No sería lo natural para mi mente tan volada y despistada.
Lo cierto es que su historia contenía a una flor y a un sapito como protagonistas. Era breve, y era hermosa. La verdad no sé de dónde la habrá sacado. Si se la inventó, si se la contaron... Se donde fuera que viniere daba igual a sus efectos, y en el momento en que llegó a mi fue simplemente así...hermosa.
Así me habló de una flor, que no estaba muy alegre, pero a la cual, el sapito como fiel compañero prometía estar a su lado siempre para comer todos los bichitos que se pudieran acercar a la flor para hacerle mal...
La vida te lleva y te trae por diferentes caminos. Te sube, te baja, te sacude y a veces te deja suspendido. Quizá él no recuerde que ha sido, y sigue siendo, muy importante para mí. Que fue mi amigo, con todas las letras, y más que eso también...que soportó mis lágrimas, mis caprichos, mis locuras, mis confusiones... y no se cómo hizo, pero mientras estuvo, pero mientras está, se come todos mis bichitos, y me roba una sonrisa.
Es mi amigo (y no puedo evitar el pronombre posesivo), es de fierro, me supo entender siempre, y aunque sabemos que hay distancia... porque sí... que se yo... sabe que siempre va a ser mi sapito...
¡Te quiero Javito!! Montones...

... Desde que a las insignias las llaman “pins”, a los maricones “gays”, a las comidas frías “lunchs”, a los repartos de cine “casting”, Argentina ya no es la misma.....
Ahora es mucho más moderna...
Durante muchos años los Argentinos estuvimos hablando en prosa sin saberlo.....

Y lo que todavía es peor, de lo atrasados que estábamos, sin darnos cuenta.....
Los chicos leían revistas en vez de “comics”, los jóvenes hacían asaltos en lugar de “parties”, los estudiantes pegaban carteles sin saber que eran “posters”, los empresarios hacían negocios en vez de “business” y los obreros (tan ordinarios ellos) al mediodía le traían la vianda en lugar de usar “lunchera”.....
Yo en la escuela hice muchas veces “aerobics” pero en mi ignorancia pensaba que estaba en clase de gimnasia...
Afortunadamente todo esto cambió, Argentina hoy es un país moderno, y a los argentinos se nos nota el cambio… exclusivamente cuando hablamos....
Y eso es muy importante!!!
Cuando estudiábamos para un parcial decíamos “estoy hasta las bolas” cuando en realidad estábamos “a full”.
Cuando decidíamos parar un ratito, nos comíamos un sanguchazo, sin saber que en realidad habíamos hecho un “break
Desde ese punto de vista los Argentinos estamos completamente modernizados...
Ya no tenemos centros comerciales, son todos “shoppings”.....
Adoptamos incluso nuevas palabras, lo que habla de nuestra extraordinaria apertura y capacidad para superarnos.
Ahora ya no decimos facturas sino “cookies”, que suena mas fino, ni tenemos sentimientos sino “feeling” que son mucho más profundos.

Y de la misma manera sacamos “tickets”, usamos “kleenex”, compramos “compact”, comemos “sandwichs”, hacemos “footing”, vamos al “pub” y los domingos cuando pasamos el día en el campo hacemos “camping” ...
Y todo ello con la mayor naturalidad y sin darle mayor importancia...
Los carteles que anuncian rebajas dicen “20% OFF”, y cuando logramos meternos detrás de algún escenario, hacemos “backstage”...
Obviamente esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres, han cambiado nuestro aspecto, que ahora es mucho mas “fashion”...
Los argentinos ya no usamos mas calzoncillos, sino “slip” o “boxer”, tampoco viajamos más en colectivos sino en “bus”, y para el auto usamos el “parking”…..
En la oficina ya no tenemos jefes sino “boss”, que está siempre en “meeting” con los “public relations”, o tal vez haciendo “business” con su secretaria...
Y la secretaria, capaz que vive en un barrio de mierda, pero se la pasa haciendo “mailing”, y cuando sale del trabajo se vá a hacer “fitness” y “aerobics”…
El autoservicio ahora es “self service”, el escalafón “ranking”,el representante ahora es “manager” y la entrega a domicilio “delivery”...
Desde hace algún tiempo los importantes son “vips”, los auriculares “walk man”, los puestos de venta “stands”, y las niñeras “babby sitter”......
Y por supuesto que ahora ya no pedimos perdón, decimos “sorry”, y cuando vamos al cine comemos “pop corn” (son más ricos si llevan “butter”)...

Y para culminar una frase que resume todo.......
Como dijo Inodoro Pereyra:
¿Vió Mendieta…? ya no quedan más domadores… ahora todos son “Licenciados en problemas de conducta de equinos marginales”...


Negro Fontanarrosa

dedicado a Laika...

Matías salió de su casa rumbo a sus la escuela. Era un día típico de invierno, gris, oscuro, ventoso, apagado, sólo que hacía muchísimo más frío que de costumbre. Se comentaba en todos lados la repentina ola polar que invadía la ciudad.
Caminaba él desenrollando el cable de su minúsculo aparato de música transportable. Mientras pasaba escuchaba como en el quiosco de revistas las señoras se quejaban de sus plantas y lo que les había hecho la helada. El quiosquero se quejaba del viento que le volaba los diarios, y por supuesto… de las señoras que cotorreaban. El verdulero se quejaba de los tomates de cámara que cada vez tienen menos gusto, y la baja que había en la cosecha. Los clientes se quejaban de los precios que esto traía como consecuencia.. Digamos que la queja era un síntoma general, que en mas o menos palabras gritaba -que frío!!
Como de costumbre Matías había salido desabrigado, nunca le hacia caso a su madre ni a nadie aunque esto le trajera un bruto resfrío, pero sin embargo cargaba la campera en su mochila rockera. Y así, como si nada, mientras miraba las fachadas de los viejos edificios, descubrió que comenzaba a nevar. Cosa extraña. Hacia aproximadamente setenta años que no ocurría un fenómeno de tales características. Se dibujo una sonrisa en su rostro revuelta entre asombro y alegría. Las quejas que iba escuchando comenzaron a transformarse en expresiones de alegría, de sorpresa, de fascinación! Nadie esperaba lo que estaba viendo, y la nieve se transformo en la mejor noticia del día. Todo era éxtasis.
Llegado a la escuela le informaron que no habría clases. Había piedra libre para volver a los hogares y jugar con la nevada. Así que volvió feliz a su casa, pero cuando llegó a la puerta la nieve se hizo casi inexistente, algo todavía más fuerte robo su atención.
La nieve era para muchos en felicidad, pero para un ser de este mundo la nieve estaba siendo un tortuoso tránsito de frío. Mientras todos volvían a su hogar calefaccionado a comer tortas fritas con mates, había un ser que estaba sólo en busca de alguien que le diera un lugar en su nido y en su corazón.
Matías, que a veces parece un tipo frío, al día siguiente me contó esto. Y de pronto, mientras estudiaba, cuando el tema parecía cerrado, rompió el silencio y pensando sus palabras me preguntó:
-vos sabes como duele que un perro te mire con cara de perrito mojado y unos ojos redondotes, negros y tristes de abandonado?
Me lo dijo tan serio que recordé entonces todos los ojos negros redondotes que crucé en mis caminos.
Por todos ellos, hoy va un fuerte honor en vida a todos esos negros callejeros que nos acompañaron, siendo mas que perros nuestros amigos…

Hay algo del tiempo que se me va de las manos.
Supongo que será el tiempo.
Es como si hubiera despertado un día, y el tiempo fuera más rápido. El mundo te enseña a correr al tiempo, pero el es inalcanzable.
Supongo que será el mundo.
Entonces hay algo entre el tiempo y el mundo que es lo que se me va de las manos.
… Supongo que será la vida.
Me preguntan como ando. Y estoy en días en que simplemente ando. La vida es un andar, en ese espacio entre el tiempo y el mundo.
Supongo que será la pregunta.
Hay algo en la vida que se parece al ruido cotidiano que a veces me aturde. Entonces me escapo.
Supongo que será el ruido.
Me voy a buscar por otros mundos ese algo y no se decirte muy bien qué es.
Supongo que serán los otros mundos.
Hay una sensación, parecida al descuido, caída al vacío, traspié en el curso rectilíneo de las cosas. Me es difícil de explicar (igual lo veo en vano) porque el que lo entiende, lo entiende sin que se lo expliquen.
Supongo que será un choque en otra dimensión.
Hay una manera de ser, que de estando… de pronto…
ya no estoy.
Supongo que será mí ser.
Pero supongo…
...igual sólo supongo.

Nueva galería de fotitos!!!
Nota: si ven borroso no es que no sabemos sacar fotos...son sus propios ojos! (%$·/=&·!)

Por mi ocupación actual, normalmente recorro cierta zona de la ciudad de Rosario que es muy transitada: léase Peatonal Córdoba. Esto pasa a ser una pasarela llena de gente apurada que se atropeya con la mayor de las irreverencias. En mi mente imaginativa de pronto elaboro algunas cuantas teorías, de las cuales la más racional y/o probable es que TODOS QUIEREN LLEGAR TEMPRANO. Esto traducido a mi sería "intentar llegar lo menos tarde posible".
La cosa es que existe una figura, que hoy caminando por calle Entre Ríos, denominé el Peatón Irreverente. ¿Por qué irreverente? mm...porque sencillamente, y en crillo, todo le importa un carajo (menos él, claro está).
Esta categoría de Peatón Irreverente tiene su sabor, en ciertas oportunidades, como cuando le dan la posibilidad de expresar su irreverencia a las anchas y digamos...por las buenas. No va que a la bonita Municipalidad se le antojó hacer una especie de repavimentación en los alrededores de la Facultad de Humanidades. Y allí pude ver el despliegue de Peatones Irreverentes caminando felices por el medio de calle Entre Ríos!!! (cuando normalmente no se puede al menos que uno quisiera morir bajo las ruedas de Rosario Bus)
Que delicia!!! Cruzar por el medio, por adelante, por atrás!!! Seguir!! No escuchar un silbatito!! Ni un bocinazo!!! No sorrajar ningún insulto en pos de ningún automovilista que frena donde quiere! ni andar esquivando el tumulto que espera los colectivos en la esquina (avalanzándose cuando viene uno de ellos, entorpeciendo MI paso)!!
Y sí señores! que quieren que les diga? Nobleza obliga...
Yo también soy una peatona irreverente... SALUD!!

Permanece sentado en el banco de alguna plaza pública. Con su semblante perdido en un punto de alguno de todos los “más allá” (que la gente como vos conjetura), observa con detenimiento, hace un silencio, gesticula una sonrisa que ocupa solo un lado, y luego balbucea unas palabras casi insípidas.
Habla solo. Y vos, a lo único que atinas es a decir “Mira ese loco!”.
Hace derroche de palabras incoherentes y escurridizas. Las letras ya no tienen peso, no tienen sentido ni dirección. Da lo mismo hablar dos horas sin parar que no pronunciar nada al mismo tiempo.
Hace tantos años ya…tantos años!, que hablan más sus ojos que sus palabras.
De todos modos de qué le sirven sus palabras si ya nadie las quiere escuchar. El asco pasa a su lado en puntitas de pie, apretando la nariz para contener el aire. La indiferencia mira prolijamente hacia otro lado para no manchar su pulcra y prestigiosa apariencia. El abandono roza sus ropas con uñas renegridas haciéndole harapos la vida mientras la desesperación busca llamarle la atención, para mirarlo profundamente y así terminar de envenenarlo.
Se eterniza sentado allí, visible, pero a la vez lejano. Su mirada ya no nota la presencia de nadie ni de nada. Solo parece importarle esa taciturna charla que parece entablar con alguien.
Dice que no habla solo. Está hablando con ella, una hermosa mujer de vestido blanco y radiante. Pensó que se vestiría de negro (todo el mundo la imagina así). Conversar con ella le da una sensación de paz que poco a poco lo envuelve. Lo esta invitando a viajar.
Y poco a poco empieza a reír relajadamente…
No le importa que pienses que está loco o que habla solo. No le importa si lo miras o no. Nada interesa más que viajar con ella…
Soledad… “su” Soledad…


Estaré allí contigo...desde el principio hasta el fin...

Nada es nunca demasiado bueno para uno si no puede compartirlo con los demás...


Caminando… a veces a paso errante, otras veces preciso.

Hay de todo en el sendero. Hay postales, hay recuerdos. Hay imágenes, hay sonidos, hay aromas. En el paso hay sonrisas, hay lágrimas, hay gritos.
El hotcake con miel. El departamento viejo! La cama con almohadones amarillos. Un grandanés que superaba mi estatura con tan solo tres pirulos. Los tacos blancos del casamiento de mi vieja (que me he puesto, y por supuesto me bailaban). La plaza López con la fuente. La calesita, la sortija.
El primer día en casa, cuando estaba vacía y había que llenarla… El ciprés que plantamos y se partió con un rayo. Un oso de peluche marrón con un moño verde que amo. El parque, el laguito. El olor al asado del domingo. El jardín, los disfraces, las seños. “Martín pescador se podrá pasar?” La escuela, el guardapolvo blanco. Aquel primer amor infante, con chocolate tibio de por medio. La luna, la pileta, el eclipse con mi viejo. El olor a viejo de sus libros. Tres estrellas fugaces en total!
La secundaria, la Gurru, y el olor a aserrín con el que se limpiaba el patio. El 113, todos los benditos días. El bar de La Porota, el Subte. Las amigas, las que vinieron y se fueron, las que vinieron y están, las que se fueron y volvieron, las que están por llegar. Los vecinos molestos. La fiebre, las fotos, los sueños. Tantas personas!!! Amores, desencuentros. Un corazón en terapia intensiva. Peleas. Distancias. Juegos. Algún viaje. Mi perrita, la que apenas ayer era una pelusa. Un hada madrina. El tango, el maula y la pebeta engrupidora. El amor, la bronca, la sorpresa, el tedio, la rutina, el cansancio, la angustia, la sonrisa. Duendes, alquimistas, cumbres, mar y vida… cuanta vida!
Un cuaderno con mi historia, cuyas hojas lentamente se ponen amarillas.

“…Sentir que es un soplo la vida… que veinte años no es nada…”

A un mes de los veinte…
Veinte, sí, veinte…

Y si Bombadil...me llegó... y esto va a tu salud!
Se que vos querías verme,
Pero aquí estoy varado en Barajas...
Las mismas ganas tenía yo de verte,
Pero también ha varado la suerte.
Oye no entiendo tus explicaciones
Y justo ahora no necesito sermones.
Mejor arregla tus opciones,
Siempre peleamos entre los mismos,
Ambos somos victimas de costumbres,
Costumbres viejas que no valen la pena,
Poderosamente impuestas
Y que al alma envenena,
Yo más bien peleo por mis ideas
Pa' que me salven de esta marea negra.
Se que vos querías verme,
Pero aquí estoy varado en Barajas...
Las mismas ganas tenía yo de verte,
Pero también ha varado la suerte.
Sé que para lo que como nosotros,
Siempre habrá una lucecita amiga iluminando
El castigado espíritu.Levantándolo día a día,
Y poniéndolo de pieAnte este mundo mal guiado.
Iluminando la sensación,
De saberQue cada vez sabes menos,
Y aunque este cruel destino
Me impida tenerte,
Yo no me quedaré sin verte no, no!
Se que vos querías verme...


En un sitio lleno de colmenas había un abejorro que hacía su vida todos los días tratando de complacer cada uno de sus momentos con la mayor intensidad. Iba por los jardines en busca del mejor polen. Cada flor podía ofrecerle una esencia diferente. En su camino cotidiano veía muchas de ellas, todas con distintas formas, colores y aromas.
Una noche, de esas en las que muchas otras abejas duermen, encontró en su camino una nueva flor que había nacido. Nunca le quedó muy claro, si apareció de pronto, o si ya estaba y el nunca la vio, o si la conocía de antes…
El abejorro se acercó un poco perdido en los ojos de esa flor, que era suave y de bordes redondeados, que muy sutilmente había soltado al viento un perfume que decía -mírame, mírame!
Y así sucedió, esas cosas que sólo permite la naturaleza… se acercaron, se vivieron, se disfrutaron… En una danza caprichosa se sintieron ser.
La flor quería saber como se llamaba ese baile que tejían y el abejorro teniendo en claro que sólo se vive una vez, le dijo
- no tiene que tener título cada cosa que hay en este mundo, se es, se vive, se disfruta… y nada más.

“No te quedes sólo con un color…”


Sol, arena y mar.
Una mirada clara como el agua.
El sol de desplegaba con fuerza de lado a lado y le sonreía a la mañana que nacía. Mis pies sentían la humedad que la arena aun conservaba de su unión con la marea. Una brisa ligera me mimaba dándome la bienvenida.
A mi lado había un ser. Un alquimista. Sus ojos como espejos recibían la luz que le era regalada por el sol, y al mirarme me iluminaba hasta encandilar.
Sigilosamente me llevo al principio de un camino largo, hecho de piedras, que sin más me invitó a recorrer.
Miré a lo lejos ese horizonte. Sabia que en el final de ese camino encontraría algo que yo quería pero sin saber bien qué. Quería estar mas cerca…
Y comencé a caminar, y camine, y camine sintiendo con las plantas de los pies, bien profundo, cada piedra que rozaba. Hasta que llegué al final.
- Siempre vemos las olas delante de nuestros ojos… – desató – pero ahora podes sentir que el mar te rodea, que estas dentro de él.
Sólo cerré los ojos, sentí el sol, y escuché al mar retumbar por todos los escondites de mí ser, rodeándome, inquieto… susurrándome.
En ese momento solamente quise volar… y te aseguro que volé.

En secreto mantuve un diálogo sostenido y calido con ese mar que nunca voy a olvidar. Fue uno de los momentos más felices de mi vida.
Mi querido Ojos Espejos, explicarte las sensaciones en esa charla es difícil, pero creo que sabes bien a qué me refiero, lo viste hasta en lo muy hondo de mis pupilas.

gracias! Para toda la vida… a vos.
...por tus alas de alquimia…

La Tristeza tiene diferentes disfraces que luce con diferentes tonos e intensidades. Elige uno u otro según lo ocasión. Será uno diferente para los días grises, otro para la lluvia, los domingos la tarde, la noche, o la soledad.
La nostalgia es especial. Uno siente que perdió algo. A veces es uno el que se siente un poco perdido. Se siente ausencia. Se siente un lugar vacío que quizás todavía se conserva tibio.

Hoy pasé por la plaza de mi barrio, la que está dedicada a un ex combatiente y tiene muchas flores. Miré las hamacas, y me acordé de la última vez en que me senté en ellas. Y sí, fue con vos.
¿Sabes?...pienso que la vida es un tanto bastante rara; te hace reparar en la cosa precisa quizás en el momento preciso, y no en vano (Ya sé, no descubrí América); pero de vez en cuando me olvido de eso y cuando recuerdo que es así me redescubro a mi misma en otro mundo.
Entonces recordé tu sonrisa siempre sinvergüenza, y tu mirada café, y la conversación que tuvimos. Quedó una estela. Me veo, te veo ahí; veo las sombras que quedaron de nosotros, los ecos de esa charla. Me siento tan diferente! Cambie, cambiaste. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces.
Sensación rara. No sé como explicarte. De pronto me di cuenta que hace un montón que no se absolutamente nada de tu persona, de tu vida. Me di cuenta de que hace mucho que mis ojos no te prueban, que hace mucho que mis oídos no beben tus palabras, nuestros silencios. Nuestros silencios…
¡Pucha! Caigo en la cuenta de que me conoces mucho con muy poco. Que sos importante,…y que no estas.
Hoy me visto de nostalgia, porque me siento Tristeza.
Mezcla de algunas de mis contradicciones cargadas, listas para disparar, con cambios llenos de sal, y ganas enormes de verte. Saber cómo estás, encontrarte a la vuelta de la esquina y hacer de cuenta, como siempre, mientras nos fumamos un pucho o tomamos unos mates ya fríos, que ese valor llamado “tiempo y espacio” no existe.
Que no existe…

Los caminos no siempre son los mejores. A veces duelen... pero lo bueno es saber que no estas solo. No puedo estar con vos como quisiera, en ese camino en el que vas a necesitar fuerza.
Se te extraña... se te quiere... se te piensa...

y cuando vuelvas aquí estaré...

Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en tí
Despedazo mi razón
Se destruye algo de mi

Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en tí
Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en tí
Cada vez que sale el sol
Busco en algo de valor
Para continuar así
Y te veo asi no te toque
Rezo por ti cada noche
Amanece y pienso en tí

Y retumba en mis oídos
El tic-tac de los relojes
Y sigo pensando en tí

Y sigo pensando.....

- anoche me llamó la atención que soñé con el mar...
- si?
- sí, porque nunca había soñado con el mar...no se, había soñado con agua otras veces pero no con el mar. No es que no conociera el mar, pero nunca había soñado con él.
- bueno, eso tiene un significado...
- soñe que llegaba caminando descalza por la arena hasta la orilla del mar, y de pronto venía el agua, muy tranquila pero con energía, y me tocaba los pies, y luego se iba...hasta que volvía. Es raro, lo sentí muy real... era casi como un diálogo especial entre el mar y yo.
- soñar con mar significa cambios... el mar viene con fuerza, trae y se lleva y en un movimiento continuo pero con armonía, va cambiando el estado de las cosas

...esa arena que roza ese mar que soñé ya no tiene la misma forma.
Yo no sé, si eso, fue un sueño simplemente o fue pura verdad.
Llevo conmigo esa sensación de felicidad, completamente convencida de lo que ese mar hizo y está haciendo en mi con cada nueva ola...

En Rosario hace cinco días que sucede algo extraño.
Siento que despierto todos los dias en el mismo día; gris y lluvioso.

Lo más extraño es que en estos últimos tiempos en el mundo, lo que antes era extraño, ahora está dejando de serlo.

No para de llover y muchos lugares están bajo agua.

El cielo llora y la gente llora con él.

Mientras tanto de este lado de la ventana dejo el paraguas en un rincón y cuelgo las medias hechas sopa.
Y despacito... cuento las gotas que faltan para que salga el sol

A menudo se dice que hay tres actores que dicen la verdad: los borrachos, los locos y los niños. Ya saben ustedes, muchas veces no hay que fiarse de todo lo que uno escucha, pero… “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”…

En una mesa de vidrio se despliegan estatuillas de madera, de cerámica y formas de metal. Animales, pájaros, patos, ranitas… En ese patio el sillón de mimbre ocupa solamente un rincón. El ochenta por ciento de ese patio de invierno es un vergel que destila energía. Verde, verde por todos lados con refucilos de color.
Ciro llegó entusiasmado y ante los animalitos que reposaban sobre el cristal se detuvo pensativo.
- ¡Voy a hacer un mundo fabuloso!! – proclamó – y te voy a decir como…
- A ver…
- Te voy a decir… - insistió, teniendo muy claro cómo debía ser ese mundo – …los hongos tienen que estar en la tierra, no en las lagunas.
Metió su mano en una fuente de vidrio que tenia piedras pequeñas y agua sobre ellas, y tomó con sus dedos un honguito de cerámica, sacándolo y posándolo sobre la tierra de una maceta. Continuó…
- Las tortugas van como metiéndose en el agua – y colocó a la tortuga de piedra dentro del agua sacando únicamente su cabeza al aire – y así… esto tampoco va acá…
Una vez acomodadas las criaturas terrestres y acuáticas, se dedicó a las que vuelan. Alcanzó con sus manitos los pájaros de metal esmaltados en colores y comenzó a colgarlos en distintos lugares.
- Así, cuando vos llegues tarde y no encuentres a nadie, o no venga nadie a visitarte…ooohhh!! Te encontrás con los pájaros en la puerta!
Pero hubo un pequeño desliz, que astutamente solucionó: entre los pájaros de metal había elefantes.
- ¿y después? ¿Con que te encontrás acá? Con que los elefantes también vuelan!! – y agregó – total la única diferencia es…acá pico, acá pico y acá trompa - así remató.
Con tan solo unos pocos movimientos acomodó e hizo posible SU MUNDO FABULOSO. No necesitó mucho. Un poco de verde, un poco de tierra, un poco de agua… pero le faltaba algo, y eso no tardó mucho en llamar a su curiosidad.
- ¿Vos tenés flores blancas?
- Bueno…un par…, aunque también tengo flores de colores, como esa ¿ves?, la rosa china. Blanca está ella, por ejemplo, se llama Abelia.
Su pregunta inesperada generó más curiosidad.
- ¿Por qué?
- Porque las abejas solamente se meten en las flores blancas… - sentenció.

Bien dijo alguien una vez que “no es mentira si lo crees”. La sentencia de Ciro sonó tan verdadera que era inútil, y hasta infantil, discutirla. Era autentica, muy, y quien sabe de donde había nacido.
¿Saben que es lo curioso? Ayer recibí un llamado de cientos de kilómetros. En el me contaron de un maravilloso espectáculo, donde cuatro abejas clavadistas chapoteaban en el polen de una generosa flor blanca hasta salir amarillas y piponas.

[Después me cuentan si las casualidades existen, si en esta vida todo es simple coincidencia… o no.]

[O no.]

probando---probando----hoola...hay alguien en casa??

-te quiero! te quiero cada segundo masss!!
-pero...¿por que?? ¿mucho...poquito... o nada??
-uyy!!... menos preguntaba Favaloro y operaba!
-..... ¿? mm...

te quiero...simple

... yo tambien te quiero!

Existía una vez en un pueblo muy pequeño un cactus. Su vida se encontraba bajo el resguardo de un joven trabajador que cuidaba de él dándole todos los días la cuota de amor y de sol que necesitaba para crecer. Sus días transcurrían para toda la humanidad en el perfecto anonimato. Nadie sabía de él más que su amigo humano, y las otras plantas que le hacían compañía en el jardín.
Los más reconocidos profetas catuceros decían que no tenía demasiado para ofrecer pues de hecho le quedaban contados días de vida. Por primera vez no se diferenciaban estos del resto de los humanos que creen que los cactus no son capaces de florecer.
Vida, vida, vida.
Su amigo humano, el joven trabajador, sin embargo no perdió la fe, y le dio sus gotas de fe, creyendo que hasta el mas árido cactus en este mundo puede tener algo con que dar de florecer. Y así, se sentó día tras día. Cuando no, estiraba el ojo, esperando con todas ansias verlo renacer. Hasta que una vez sacó lo que se asemejaba a un pimpollo. Pero de pronto fueron dos.
El revuelo en el hogar del joven fue colosal. La noticia corrió hasta el último integrante de la familia envolviendo a todos con esa especie de incertidumbre que genera algo que es desconocido pero al mismo tiempo amado y esperado.
Vida, vida, vida.
Los minutos pasaban en el reloj, y la espera se hacia imposible.
Hasta que el día llegó. El cactus descubrió la noche con dos enormes flores blancas que irradiaban luz y vida… sí, esa misma vida en la que nadie creyó más que su amigo hermano, el joven trabajador. El, que no estaba en su hogar en ese momento, recibió la noticia y corrió al encuentro.
Dicen, tan solo dicen, que las flores del cactus viven tan sólo un día, tan solo eso, 24 horas de vida.
Con afán llegó a la casa, y de pronto sus ojos se toparon con esas dos enormes bellezas que lo estaban esperando. La alegría se mezcló con la sorpresa. La sorpresa se mezcló con el orgullo. El orgullo se mezcló con la ansiedad… y así, como si nada, los ojos se le llenaron de lágrimas, se les llenaron de vida.
Vida, vida, vida.
Ese día para el joven era la vida entera para esas flores, así que las sacaron a pasear. La abuela las lloró de emoción. El dueño del comercio amigo las felicitó. Un extraño que pasaba por ahí las codició. Pero el joven, acompañado de su mejor amigo, las amo.
Tanto recorrieron el mundo, generando tanto asombro, desplegando tanta vida que el mundo celebraba y agradecía la posibilidad de verlas tan solo un pedazo de día.
Hasta en la casa de los duendes del bosque, en donde todo era fiesta y alboroto el duende dueño de casa casi llorando agradeció al joven y a su amigo la visita. La felicidad que les habían compartido no tenía medida.
El amigo del joven trabajador, con una sonrisa en la cara le dijo al duende algo tan simple pero tan complejo, como que: de eso se trata la vida!

(Las dos flores blancas, volvieron a casa con la cara hecha sonrisas, y ¿saben que? …aun pasadas las 24 sentenciadas horas, ellas seguían compartiendo su vida)

Hoy no vi las libélulas...y llovió algo, pero por ellas hoy yo sigo libeluleando.

Allí se encontraba ella… parada en medio de esa playa, mirando hacia el mar, esa enorme majestuosidad que la hacía sentir tan pequeña. Detrás de ella el mundo acontecía de su manera más natural. Pero el tiempo se detuvo egoístamente en el horizonte, y llevó sus ojos inertes a contemplar cómo la naturaleza se encargaba de todo, cómo armaba el escenario perfecto cuidando cada detalle y cada de protagonista de su obra…así…como esa luna, redonda que sonriente le mostraba secretamente tan sólo un rincón del mundo, y que al mismo tiempo y como un refucilo se lo revelaba íntegro. Cerró los ojos, y era tan insignificante, que se olvidó de existir, se olvidó del tiempo, de olvidó de sí, y se dejó transportar…quien sabe a dónde… con una fuerza extraña que le brotaba de adentro. La mente en blanco, los pies descalzos, y esa necesidad de escapar, de caer en el abismo y dejarse llevar. De olvidar las realidades alternas, esas que la ignoraban y que le eran indiferentes, esas que no le daban lugar.
No hace falta tanto… Los interrogantes que habían rondado la cabeza de cientos personas por siglos, acosaban hoy la suya… Allí afuera había sido desconocida…y entonces necesitó. Necesitó.
Necesitó volver.
Podía sentir el abrazo de la brisa del mar, podía sentir que era parte de un todo que la llamaba y la invitaba a vivir por siempre en si, en su naturaleza, podía sentir que no necesitaba aquello que en otro lugar del mundo la esperaba, todo eso o todos aquellos que la estacaban inmovilizaban refrenaban. Descubrió que no necesitaba más nada para ser feliz…porque ya lo era.
Dicen que nunca volvió, que nunca más la vieron, que no saben que pasó.
Hoy me paré frente al mar. Era la primera vez que lo veía, y con su gusto salado y su danza rebelde que me seducía, me quede maravillada… En soledad la descubrí… la oí… y allí se encontraba ella.

"Tu única obligacion en cualquier período vital es ser fiel a ti mismo..."

Para variar, estaba pensando... dudas existenciales si las hay...

Mm...¿¿Por que los bostezos se contagian??

Acepto ideas...
mientras sigo pensando...

Hoy me siento ida.
Me levante a las doce y media del mediodía, y eso ya fue raro (capaz que eso me hizo mal…dormir tanto). Me encontré pensando en gente particular. Desayuné (si si, a las doce), pan con manteca y azúcar… y paso un rato y me senté a almorzar. Comí guiso, y el guiso me encontró otra vez pensando en gente muy particular.
La sensación es esa en la que cualquier pavada se encuentra relacionada de una manera inconexa (ya se, no tiene coherencia) con cualquier cosa, con cosas que nada que ver.
En la sobremesa quedó puesta una película argentina con Darío Grandinetti… no me preguntes como se llamaba. Cacé la ultima parte…terminó con un párrafo de un “no se quien” que decía algo así como que el corazón nunca esta cerrado al amor, a lo sumo se esconde tras una muralla hecha de espinas, que encontrara algún día algún buen príncipe (o princesa) que se anime a atravesarla. Y que así, de modo casi mágico, logre con un beso despertar el corazón dormido.
Ya esta… eso basto, ya me colgué a pensar otra vez, cosas que nada que ver.
Comí helado! Que placer! A los segundos empezó otra peli, esta vez extranjera, gran estreno gran! De canal 3:“La tormenta del siglo”. Sí, reconozco, me hizo… sufrir (ponele). Pura catástrofe y en el diome una historia de amor medio frustrada.
Se hicieron las seis de la tarde. Me hice unos mates. Cruce unas palabras con mi madre. Primero el compartido gusto (quizás heredado) por los móviles y demás colgantes decorativos. Después el odiado tema dinero.
Tome mas mates. Se nubló, se puso bien negro y el cielo se largó a llorar.
Prendí la compu, escuché unos temas de música que (¿adivina que?), me re colgaron y me hicieron pensar otra vez.
Me senté. Frente a un montón de filosofía. Palabras, palabras y más palabras. ¿Y viste cuando lees y sentís que no te entra nada? Me había sentado a estudiar. El deber me reclamaba… pero que siga reclamando!! Porque no tengo ni ganas!!
Concluyo con que son casi las nueve de la noche y tengo tantas cosas en la cabeza que parece una ensalada: momentos, personas, recuerdos, problemas, tiempo…
Concluyo en que pensé en tantas cosas, en tanta gente, en tanto… que he descubierto que de pensar tanto ya no puedo pensar en nada.

“Los interrogantes más sencillos son los más profundos. Dónde has nacido, dónde está tu hogar, a dónde vas? Plantéatelos de tiempo en tiempo y observa como cambian tus respuestas…”

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se hace lo que se puede... (y lo que no, se compra hecho)

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