Nada se pierde

...todo se transforma...

Hoy me siento ida.
Me levante a las doce y media del mediodía, y eso ya fue raro (capaz que eso me hizo mal…dormir tanto). Me encontré pensando en gente particular. Desayuné (si si, a las doce), pan con manteca y azúcar… y paso un rato y me senté a almorzar. Comí guiso, y el guiso me encontró otra vez pensando en gente muy particular.
La sensación es esa en la que cualquier pavada se encuentra relacionada de una manera inconexa (ya se, no tiene coherencia) con cualquier cosa, con cosas que nada que ver.
En la sobremesa quedó puesta una película argentina con Darío Grandinetti… no me preguntes como se llamaba. Cacé la ultima parte…terminó con un párrafo de un “no se quien” que decía algo así como que el corazón nunca esta cerrado al amor, a lo sumo se esconde tras una muralla hecha de espinas, que encontrara algún día algún buen príncipe (o princesa) que se anime a atravesarla. Y que así, de modo casi mágico, logre con un beso despertar el corazón dormido.
Ya esta… eso basto, ya me colgué a pensar otra vez, cosas que nada que ver.
Comí helado! Que placer! A los segundos empezó otra peli, esta vez extranjera, gran estreno gran! De canal 3:“La tormenta del siglo”. Sí, reconozco, me hizo… sufrir (ponele). Pura catástrofe y en el diome una historia de amor medio frustrada.
Se hicieron las seis de la tarde. Me hice unos mates. Cruce unas palabras con mi madre. Primero el compartido gusto (quizás heredado) por los móviles y demás colgantes decorativos. Después el odiado tema dinero.
Tome mas mates. Se nubló, se puso bien negro y el cielo se largó a llorar.
Prendí la compu, escuché unos temas de música que (¿adivina que?), me re colgaron y me hicieron pensar otra vez.
Me senté. Frente a un montón de filosofía. Palabras, palabras y más palabras. ¿Y viste cuando lees y sentís que no te entra nada? Me había sentado a estudiar. El deber me reclamaba… pero que siga reclamando!! Porque no tengo ni ganas!!
Concluyo con que son casi las nueve de la noche y tengo tantas cosas en la cabeza que parece una ensalada: momentos, personas, recuerdos, problemas, tiempo…
Concluyo en que pensé en tantas cosas, en tanta gente, en tanto… que he descubierto que de pensar tanto ya no puedo pensar en nada.

“Los interrogantes más sencillos son los más profundos. Dónde has nacido, dónde está tu hogar, a dónde vas? Plantéatelos de tiempo en tiempo y observa como cambian tus respuestas…”

1 visitantes:

[...momentos, personas, recuerdos, problemas, tiempo…]
Entonces abrázote

posdata que agradece el (ponele)