Nada se pierde

...todo se transforma...

Caminando por el parque encontré a un duende de gorro colorido. Me frenó y como si nada comenzó a relatar...
"Un día caminaba por mi camino de duende, en el cual veo varias cosas, y una vez.... allá... hace casi...mm... un año vi algo que no pude olvidar. Era una pequeña hada. Confundida se posó sobre una flor de loto que subsistía río abajo. Corriendo sobre la orilla del rio le pregunté qué le sucedía y me contesto "nada". Pregunté nuevamente, y sus palabras fueron inentendibles para mi,... claro, era un hada, y yo, pequeño duende de ciudad no sabia su lenguaje...

El hada simplemente, luego de hablar, sin que yo entendiera levantó vuelo con tal fuerza y majestuosidad que en su despegue arrastró con ella la flor en la que estaba posada. Observé a esta majestuosa hada en su viaje a la deriva por el aire, sin percatarme que la flor bajaba en mi dirección..."
El duende miró timidamente hacia un bolso que llevaba y continuó...

"Aun hoy miro dentro de mi morral y observo esa flor de loto que tanto significa y pienso en esa hada...
Cómo estará?... Cierro el morral, y la mezcla de esperanza y seguridad de que está bien invaden mi ser, bajo la cabeza y sigo mi camino por el medio de esta ciudad que nos hace duendes..."

El duende vio a esa hada, la que tanto ocupaba sus pensamientos, la que una flor de loto le habia legado...La vio a la deriva por el infinito nuevamente... Vio que se dirigia a ese rio, donde antes la habia conocido... Vio que esta vez no habia flor que la contenga por lo que, quizas, pensó, se ahogaria ya que era un ser del aire. El duende miro su morral y tomo la flor con todas sus fuerzas...