Había una vez un pueblo muy joven en el que se respiraba alegría. Sus árboles eran verdes muy verdes y estaban llenos de mandarinas. Los frutos llegaban a la altura de las manos de los transeúntes para seducirlos. De un instante a otro se encontraban acariciando sus paladares con esa sensación estremecedora que da la mezcla de lo agrio y lo dulce. Pero los árboles cítricos no eran lo más bello de ese lugar... las mariposas que revoloteaban de todos los tamaños, y de todos los colores, debían tener una razón más suculenta para elegir esas brisas a la hora de volar, para dejar allí todo un día, que equivale a toda una vida en lenguaje mariposil.
Lo pensaba mientras caminaba, porque siempre digo que caminar me ayuda a pensar. Tampoco lo inventé yo como tantas otras cosas. La conclusión fue después de rumear varios sentimientos: duele. Pero sí duele no es amor, el amor no duele. Duele el ego.
Puto ego.
1. Tú también tienes derecho a ser el primero.2. Tienes derecho a cometer errores.
3. Tienes derecho a tener tus propias opiniones y creencias.
4. Tienes derecho a cambiar de idea, opinión o actuación.
5. Tienes derecho a expresar una crítica y a protestar por un trato injusto.
6. Tienes derecho a pedir una aclaración.
7. Tienes derecho a cambiar lo que no te satisface.
8. Tienes derecho a pedir ayuda o soporte emocional.
9. Tienes derecho a sentir y expresar el dolor.
10. Tienes derecho a ignorar los consejos de los otros.
11. Tienes derecho a recibir el reconocimiento por un trabajo bien hecho.
12. Tienes derecho a negarte a una petición, a decir “no”.
13. Tienes derecho a estar solo/a, aunque los otros deseen tu compañía.
14. Tienes derecho a no justificarte delante de los demás.
15. Tienes derecho a no responsabilizarte de los problemas de los otros.
16. Tienes derecho a no anticiparte a los deseos y necesidades de los otros y a no tener que intuirlos.
17. Tienes derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los otros, o de la ausencia de malas ideas en las acciones de los otros.
18. Tienes derecho a responder, o a no hacerlo si no quieres.
19. Tienes derecho a ser tratado con dignidad.
20. Tienes derecho a tener tus propias necesidades y que sean tan importantes como las de los otros.
21. Tienes derecho a experimentar y expresar tus propios sentimientos, así como a ser tu único juez.
22. Tienes derecho a detenerte y pensar antes de actuar.
23. Tienes derecho a pedir lo que quieras.
24. Tienes derecho a hacer menos de lo que eres capaz de hacer.
25. Tienes derecho a decidir qué hacer con tu cuerpo, tiempo y propiedad.
26. Tienes derecho a rechazar peticiones sin sentirte culpable o egoísta.
27. Tienes derecho a hablar sobre el problema con la persona involucrada y aclararlo, en casos en que los derechos de cada uno no estén del todo claros.
28. Finalmente, tienes derecho a hacer cualquier cosa mientras no vulneres los derechos de la otra persona.
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
Y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?
por toda a minha vida eu vou te amar
em cada despedida eu vou te amar
desseperadamente
eu sei que vou te amar
E cada verso meu será
pra te dizer
que eu sei que vou te amar
por toda a minha vida
Eu sei que vou te chorar
a cada ausëncia tua eu vou chorar
mas cada volta tua há de apagar
o que esta ausëncia tua me causou
Eu sei que vou sofrer
a eterna desventura de viver
a espera de viver ao lado teu
por toda a mina vida.
Los dos se encontraron en el mismo cuarto,
los dos se encontraron justo en el momento,
fue un beso de esos...que bajan la guardia,
fue un beso de esos...de darse las gracias,
un beso de esos... de esos que valen!
por toda la química de la farmacia.
"No hay manera de despegar de mi piel esos momentos, no hay momento en que no estés en la brisa que entra por la ventana, en el rayo de sol que encandila, en el mar que que abraza y acaricia... Y creo en mi mente ese momento tan perfecto y tan real de volverte a encontrar, y mientras tanto sueño contigo..."
"Algunas mujeres no quieren estar en el desierto psíquico. Aborrecen su fragilidad y su frugalidad. Una y otra vez intentan poner en marcha su oxidado cacharro y bajar dando tumbos por el camino hacia la resplandeciente ciudad soñada de la psique. Pero sufren una decepción, pues lo exuberante y lo salvaje no está allí. Está en el mundo espiritual, en aquel mundo entre los mundos, en aquel Río Bajo el Río.
No te engañes. Vuelve atrás, regresa junto a la roja flor del cactus y ponte en camino para recorrer resueltamente el último y duro kilómetro. Acércate y llama a la vieja puerta desgastada por la intemperie. Sube a la cueva. Trepa a la ventana de un sueño. Recorre cuidadosamente el desierto a ver qué encuentras. Es lo único que tenemos que hacer.
¿Quieres un consejo psicoanalítico?
Ve a recoger los huesos."
*extracto de "Mujeres que corren con los lobos" de Clarissa Pinkola Estés. Capítulo 1: "El aullido: la resurreción de la mujer salvaje".
- Hacer algo por alguien, es arriesgarse a involucrarse.
- Expresar sentimientos, es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
- Exponer tus ideas y tus sueños, es arriesgarse a perderlos.
- Reír, es arriesgarse a parecer un tonto.
- Llorar, es arriesgarse a parecer un sentimental.
- Amar, es arriesgarse a no ser correspondido.
- Vivir, es arriesgarse a morir.
- Esperar, es arriesgarse a la desesperanza.
- Lanzarte, es arriesgarse a fallar.
Pero los riesgos deben ser tomados, porque el peligro más grande en la vida es no arriesgarse.
La persona que no arriesga, no hace, no tiene, no pretende, no anhela...
Se pueden evitar sufrimientos y preocupaciones, placeres y alegrías pero te estarías perdiendo de aprender, sentir, cambiar, crecer, amar y vivir...
SOLO UNA PERSONA QUE SE ARRIESGA ES LIBRE.
Ceder o no ceder, esa es la cuestión. El tema de ceder puede ser lo suficientemente amplio como pra contener en sí arenas movedizas. Hoy estaba hablando conun apenas conocido cuyo problema frente al ceder era el posible peligro de perder su individualidad. Aver, "si cedo a todo lo que se le antoja a ella me vuelvo loco, yo soy quien soy y punto".
Bien amigo, uno es como es, o al menos como lo parió su madre, como decían los viejos antes. Pero, ¿cómo es el asunto?, porque cuando uno es como es uno, pero luego llega otro uno que es como es ese uno, tenemos dos realidades diferentes. Si deseamos que esas realidades convivan deberan de entenderse, y si uno dice negro y el otro dice blanco buscar llegar a... ¿un gris?. De lo contrario sería como vivir en continuo frente de batalla. Entonces, ceder... ¿hasta dónde ceder? Mm...
ceder
- tr. Dar, transferir:
nos cedió su mesa. - intr. Rendirse alguien, dejar de oponerse:
no tenía razón y tuvo que ceder. - Cesar, disminuir la resistencia:
la puerta ha cedido. - Mitigar la fuerza:
ceder el temporal.
(gran mentira, es todo lo mismo).
Convengamos que al menos es una buena excusa para volver a empezar, para renovarse.
¡Espero con ansias al nuevo año que me da la bienvenida! Deseando recibir todas las gratas sorpresas que el Universo me tiene preparadas con tanta belleza!
A ves me pierdo de mi misma y me extraño.
De pronto me doy cuenta que la vida es algo tan fugaz...
Y de a poco vuelvo, a mi encuentro.
A esa niña que está dentro mio, que no sabe de miedos, que no sabe de obligaciones más que el deber de vivir. A esa niña que juega.
A vos, te amo Florcita. No te vayas nunca.