Nada se pierde

...todo se transforma...

Guido tiene los ojos celestes profundos, y mira más profundo aún. Atraviesa la ventana y pregunta cada dos por tres si la máquina que ve afuera "camina" o no. En el mejor de los lenguajes camperos expresa su inquietud sobre una máquina cosechadora que ve, y que no existe, pregunta si está en funcionamiento. Pero él la mira, y él la ve. Dos segundos después se reincorpora y nos pregunta si vamos a ir a almorzar al día siguiente con ellos. Me pregunta en particular a mi si me gusta el pueblo que estoy visitando, el mismo que lo vio crecer durante 88 años... y hace un silencio repentino, atravesando nuevamente el ventanal.
Aparece en escena la tía, la tía Aída, con sus 96 abriles, la piel arrugadita sobre los huesos y la sonrisa bien dulce. Con un ligero sabor a pena me dice que Guido, su hermano, antes hablaba mucho...pero ahora dice...ahora... y como si tuviera relación me suelta un "sos tan linda!".
Guido y Aida viven en un lugar que dice ser el Sagrado Corazón de Jesus...(como se sentira su corazón?) y como ellos están Roque, Jose, tantos... cada uno un mundo... cada uno con sus ojos perdidos especialmente en algún lugar, viendo sin ver...

O viendo más allá...?


...
el tiempo pasa
nos vamos poniendo viejos
y el amor no lo reflejo como ayer
y en cada conversacion, cada beso, cada abrazo
se impone siempre un pedazo de razon

pasan los años y como cambia lo que yo siento
lo que ayer era amor se va volviendo otro sentimiento
porque años atras tomar tu mano, robarte un beso
sin forzar un momento
formaron parte de una verdad

y el tiempo pasa
nos vamos poniendo viejos
y el amor no lo reflejo como ayer
y en cada conversacion, cada beso, cada abrazo
se impone siempre un pedazo de temor

vamos viviendo viendo las horas que van muriendo
tambien las discusiones se van perdiendo entre las razones
a todo dices que sí, a nada digo que no
para poder consumir la terrible armonia
que pone viejos los corazones

porque el tiempo pasa
nos vamos poniendo ciegos
y el amor no lo reflejo como ayer
y en cada conversacion, cada beso, cada abrazo
se impone siempre un pedazo de razon...

(El tiempo pasa - Silvio Rodriguez)




1 visitantes:

Anónimo dijo... 6:03 p. m.  

Pepe Le Pew, era un animal bastante determinado a lograr el éxito, bueno y bastante hediondo también.

Entre el universo y los personajes rurales q nombras me perdi algunos segundos, ahora sigo el camino..

Me gusto lo ultimo q escribiste, es bastante real para estar solamente escrito jajaja

Cuidate ahi hablamos cuando aparezcamos en el msn.

Francisco Javier Cossio Vásquez