Nada se pierde

...todo se transforma...

Una noche en el reino de las luces salieron a jugar todos los individuos del cielo. Las estrellas jugaron a las escondidas detrás de las nubes y también a prender bengalitas que cruzaban todo el cielo. De pronto se unieron al juego las nubes que de tanto bailar, ir y venir, se dieron cuenta que habían perdido a su mama y se largaron a llorar.

En medio de tanto juego la luna se empezó a entristecer porque veía como la gente disfrutaba desde el mundo del juego de las estrellas y las nubes y se olvidaban de ella. Estaba muy acostumbrada a ser el regalo de muchos enamorados, y la inspiración de muchos poetas Pero ahora, por primera vez sentía que su cuerpo no pesaba y que a nadie le importaba su ser, nadie quería jugar con ella.

Comenzó a plantearse porque, y pensó que quizás si ella pudiera generar una sombra grande grande en el mundo allí todos los seres podrían percatarse de su existencia… hasta que se dio cuenta de que sola no podría hacer eso… y suavemente una lagrima rodó por su mejilla. Un cometa que pasaba por allí sintió que algo húmedo cayó sobre su cabeza y vio lo que nunca: la luna estaba llorando.

Se pego la vuelta y fue a preguntarle que le sucedía, por qué estaba triste. La luna abrió su corazón y dijo todo lo que la tenia desconsolada. El cometa prometió ayudarla y se fue a buscar al sol.

El sol estaba descansando cuando el cometa muy acelerado llego para contarle la historia del sabor a sal de las lágrimas de la luna, de sus ganas de tener sombra, de sus ganas de jugar, y de que no podía sola. Entonces el sol salio de su siesta entre las nubes decidido a buscar a la luna para jugar. Cuando la encontró no pudo dejar de mirarla, no era la luna que hacia unos años había visto cara a cara. Era mas grande, mas mujer, era mas bella. No pudo entender como todos la habían olvidado…era tan linda.

-estas triste?- le pregunto.

-Sol…que haces por aqui?...sí, estoy triste

-y por que?

-porque ya nadie se acuerda de mi, nadie quiere jugar conmigo…- suspiro

-querés jugar conmigo?- dijo el sol – a mi me encantaría jugar con vos…

-de verdad?!- exclamo la Luna ante tan esperada propuesta.

-claro que si…y si querés hoy vamos a jugar un juego en donde juntos nos fundiremos y haremos uno… un juego del que luego todos hablaran… un juego donde todos pensaran en vos…

-como se llama ese juego?- pregunto curiosa

-se llama… “eclipse de sombras”

Una música comenzó a sonar en el reino de las luces y la Luna y el Sol comenzaron a danzar en una ronda, mirándose, riéndose… hasta que el Sol se puso tras la Luna y la invito a mirar el mundo… todo se convirtio de pronto en sombras que jugueteaban y una grande grande que era la de ella… Se sentía desaparecer y al mismo tiempo tan importante!

Todos recordaron a la Luna y todos quisieron jugar con ella…

Así que allí están. Y cada tanto la luna se siente nueva y se pone a jugar con el Sol ese juego que tanto le gusto, que el mismo Sol bautizo… “Eclipse de sombras”…

Buenas noches querida Luna…

Buenas noches querido Sol…