Nada se pierde

...todo se transforma...


En un sitio lleno de colmenas había un abejorro que hacía su vida todos los días tratando de complacer cada uno de sus momentos con la mayor intensidad. Iba por los jardines en busca del mejor polen. Cada flor podía ofrecerle una esencia diferente. En su camino cotidiano veía muchas de ellas, todas con distintas formas, colores y aromas.
Una noche, de esas en las que muchas otras abejas duermen, encontró en su camino una nueva flor que había nacido. Nunca le quedó muy claro, si apareció de pronto, o si ya estaba y el nunca la vio, o si la conocía de antes…
El abejorro se acercó un poco perdido en los ojos de esa flor, que era suave y de bordes redondeados, que muy sutilmente había soltado al viento un perfume que decía -mírame, mírame!
Y así sucedió, esas cosas que sólo permite la naturaleza… se acercaron, se vivieron, se disfrutaron… En una danza caprichosa se sintieron ser.
La flor quería saber como se llamaba ese baile que tejían y el abejorro teniendo en claro que sólo se vive una vez, le dijo
- no tiene que tener título cada cosa que hay en este mundo, se es, se vive, se disfruta… y nada más.

“No te quedes sólo con un color…”


Sol, arena y mar.
Una mirada clara como el agua.
El sol de desplegaba con fuerza de lado a lado y le sonreía a la mañana que nacía. Mis pies sentían la humedad que la arena aun conservaba de su unión con la marea. Una brisa ligera me mimaba dándome la bienvenida.
A mi lado había un ser. Un alquimista. Sus ojos como espejos recibían la luz que le era regalada por el sol, y al mirarme me iluminaba hasta encandilar.
Sigilosamente me llevo al principio de un camino largo, hecho de piedras, que sin más me invitó a recorrer.
Miré a lo lejos ese horizonte. Sabia que en el final de ese camino encontraría algo que yo quería pero sin saber bien qué. Quería estar mas cerca…
Y comencé a caminar, y camine, y camine sintiendo con las plantas de los pies, bien profundo, cada piedra que rozaba. Hasta que llegué al final.
- Siempre vemos las olas delante de nuestros ojos… – desató – pero ahora podes sentir que el mar te rodea, que estas dentro de él.
Sólo cerré los ojos, sentí el sol, y escuché al mar retumbar por todos los escondites de mí ser, rodeándome, inquieto… susurrándome.
En ese momento solamente quise volar… y te aseguro que volé.

En secreto mantuve un diálogo sostenido y calido con ese mar que nunca voy a olvidar. Fue uno de los momentos más felices de mi vida.
Mi querido Ojos Espejos, explicarte las sensaciones en esa charla es difícil, pero creo que sabes bien a qué me refiero, lo viste hasta en lo muy hondo de mis pupilas.

gracias! Para toda la vida… a vos.
...por tus alas de alquimia…

La Tristeza tiene diferentes disfraces que luce con diferentes tonos e intensidades. Elige uno u otro según lo ocasión. Será uno diferente para los días grises, otro para la lluvia, los domingos la tarde, la noche, o la soledad.
La nostalgia es especial. Uno siente que perdió algo. A veces es uno el que se siente un poco perdido. Se siente ausencia. Se siente un lugar vacío que quizás todavía se conserva tibio.

Hoy pasé por la plaza de mi barrio, la que está dedicada a un ex combatiente y tiene muchas flores. Miré las hamacas, y me acordé de la última vez en que me senté en ellas. Y sí, fue con vos.
¿Sabes?...pienso que la vida es un tanto bastante rara; te hace reparar en la cosa precisa quizás en el momento preciso, y no en vano (Ya sé, no descubrí América); pero de vez en cuando me olvido de eso y cuando recuerdo que es así me redescubro a mi misma en otro mundo.
Entonces recordé tu sonrisa siempre sinvergüenza, y tu mirada café, y la conversación que tuvimos. Quedó una estela. Me veo, te veo ahí; veo las sombras que quedaron de nosotros, los ecos de esa charla. Me siento tan diferente! Cambie, cambiaste. Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces.
Sensación rara. No sé como explicarte. De pronto me di cuenta que hace un montón que no se absolutamente nada de tu persona, de tu vida. Me di cuenta de que hace mucho que mis ojos no te prueban, que hace mucho que mis oídos no beben tus palabras, nuestros silencios. Nuestros silencios…
¡Pucha! Caigo en la cuenta de que me conoces mucho con muy poco. Que sos importante,…y que no estas.
Hoy me visto de nostalgia, porque me siento Tristeza.
Mezcla de algunas de mis contradicciones cargadas, listas para disparar, con cambios llenos de sal, y ganas enormes de verte. Saber cómo estás, encontrarte a la vuelta de la esquina y hacer de cuenta, como siempre, mientras nos fumamos un pucho o tomamos unos mates ya fríos, que ese valor llamado “tiempo y espacio” no existe.
Que no existe…

Los caminos no siempre son los mejores. A veces duelen... pero lo bueno es saber que no estas solo. No puedo estar con vos como quisiera, en ese camino en el que vas a necesitar fuerza.
Se te extraña... se te quiere... se te piensa...

y cuando vuelvas aquí estaré...

Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en tí
Despedazo mi razón
Se destruye algo de mi

Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en tí
Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en tí
Cada vez que sale el sol
Busco en algo de valor
Para continuar así
Y te veo asi no te toque
Rezo por ti cada noche
Amanece y pienso en tí

Y retumba en mis oídos
El tic-tac de los relojes
Y sigo pensando en tí

Y sigo pensando.....

- anoche me llamó la atención que soñé con el mar...
- si?
- sí, porque nunca había soñado con el mar...no se, había soñado con agua otras veces pero no con el mar. No es que no conociera el mar, pero nunca había soñado con él.
- bueno, eso tiene un significado...
- soñe que llegaba caminando descalza por la arena hasta la orilla del mar, y de pronto venía el agua, muy tranquila pero con energía, y me tocaba los pies, y luego se iba...hasta que volvía. Es raro, lo sentí muy real... era casi como un diálogo especial entre el mar y yo.
- soñar con mar significa cambios... el mar viene con fuerza, trae y se lleva y en un movimiento continuo pero con armonía, va cambiando el estado de las cosas

...esa arena que roza ese mar que soñé ya no tiene la misma forma.
Yo no sé, si eso, fue un sueño simplemente o fue pura verdad.
Llevo conmigo esa sensación de felicidad, completamente convencida de lo que ese mar hizo y está haciendo en mi con cada nueva ola...

En Rosario hace cinco días que sucede algo extraño.
Siento que despierto todos los dias en el mismo día; gris y lluvioso.

Lo más extraño es que en estos últimos tiempos en el mundo, lo que antes era extraño, ahora está dejando de serlo.

No para de llover y muchos lugares están bajo agua.

El cielo llora y la gente llora con él.

Mientras tanto de este lado de la ventana dejo el paraguas en un rincón y cuelgo las medias hechas sopa.
Y despacito... cuento las gotas que faltan para que salga el sol

A menudo se dice que hay tres actores que dicen la verdad: los borrachos, los locos y los niños. Ya saben ustedes, muchas veces no hay que fiarse de todo lo que uno escucha, pero… “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”…

En una mesa de vidrio se despliegan estatuillas de madera, de cerámica y formas de metal. Animales, pájaros, patos, ranitas… En ese patio el sillón de mimbre ocupa solamente un rincón. El ochenta por ciento de ese patio de invierno es un vergel que destila energía. Verde, verde por todos lados con refucilos de color.
Ciro llegó entusiasmado y ante los animalitos que reposaban sobre el cristal se detuvo pensativo.
- ¡Voy a hacer un mundo fabuloso!! – proclamó – y te voy a decir como…
- A ver…
- Te voy a decir… - insistió, teniendo muy claro cómo debía ser ese mundo – …los hongos tienen que estar en la tierra, no en las lagunas.
Metió su mano en una fuente de vidrio que tenia piedras pequeñas y agua sobre ellas, y tomó con sus dedos un honguito de cerámica, sacándolo y posándolo sobre la tierra de una maceta. Continuó…
- Las tortugas van como metiéndose en el agua – y colocó a la tortuga de piedra dentro del agua sacando únicamente su cabeza al aire – y así… esto tampoco va acá…
Una vez acomodadas las criaturas terrestres y acuáticas, se dedicó a las que vuelan. Alcanzó con sus manitos los pájaros de metal esmaltados en colores y comenzó a colgarlos en distintos lugares.
- Así, cuando vos llegues tarde y no encuentres a nadie, o no venga nadie a visitarte…ooohhh!! Te encontrás con los pájaros en la puerta!
Pero hubo un pequeño desliz, que astutamente solucionó: entre los pájaros de metal había elefantes.
- ¿y después? ¿Con que te encontrás acá? Con que los elefantes también vuelan!! – y agregó – total la única diferencia es…acá pico, acá pico y acá trompa - así remató.
Con tan solo unos pocos movimientos acomodó e hizo posible SU MUNDO FABULOSO. No necesitó mucho. Un poco de verde, un poco de tierra, un poco de agua… pero le faltaba algo, y eso no tardó mucho en llamar a su curiosidad.
- ¿Vos tenés flores blancas?
- Bueno…un par…, aunque también tengo flores de colores, como esa ¿ves?, la rosa china. Blanca está ella, por ejemplo, se llama Abelia.
Su pregunta inesperada generó más curiosidad.
- ¿Por qué?
- Porque las abejas solamente se meten en las flores blancas… - sentenció.

Bien dijo alguien una vez que “no es mentira si lo crees”. La sentencia de Ciro sonó tan verdadera que era inútil, y hasta infantil, discutirla. Era autentica, muy, y quien sabe de donde había nacido.
¿Saben que es lo curioso? Ayer recibí un llamado de cientos de kilómetros. En el me contaron de un maravilloso espectáculo, donde cuatro abejas clavadistas chapoteaban en el polen de una generosa flor blanca hasta salir amarillas y piponas.

[Después me cuentan si las casualidades existen, si en esta vida todo es simple coincidencia… o no.]

[O no.]